Ya no es un rumor, ni una jugada entre líneas. Marta Alfonso, representante a la Cámara, decidió prender los motores de su campaña y anunció públicamente que buscará una curul en el Senado de la República en 2026. Y lo hará por la Alianza Verde, sin transfuguismos ni plan B.
“Estamos pensando en saltar al Senado”, confesó sin rodeos en una entrevista con el periodista Germán Acosta Ramos para su nuevo medio Sin Filtros, acabando con las especulaciones sobre su futuro político. Ni coqueteos con el Pacto Histórico, ni guiños al liberalismo: Marta sigue firme en su partido, aunque sabe que el camino está lleno de trampas, fieras y competencia feroz.
Alfonso, conocida en el Congreso como la profe por su tono pedagógico y su obsesión por los temas burocráticos, reconoció que el salto al Senado no será sencillo. “Vamos a ver si hemos conquistado corazones con el trabajo, con la disciplina. No es fácil, pero bueno, de pronto pasamos ahí por el ladito, como pasamos de carrera a la Cámara”, dijo, con ese tono sereno que esconde más cálculo que ingenuidad.
Pero en esta ocasión, el escenario no es el mismo. La lista al Senado será con voto preferente y, en el Partido Verde, eso significa enfrentarse con nombres pesados, estructuras regionales fuertes y una base electoral fragmentada. Alfonso no solo tendrá que salir de su zona de confort en el Tolima, sino conquistar votos en otras regiones del país. Todo mientras conserva el respaldo de su equipo, donde ya se empieza a mover la figura de Renzo Alexander García como posible heredero de su curul en la Cámara.
La estrategia es clara: Marta Alfonso al Senado y una lista a la Cámara que no deje huérfano el espacio que hoy representa. La apuesta es unir a Renzo García con otros sectores del progresismo, incluida una eventual alianza con los verdes más cercanos a Marco Emilio Incapié, aunque esa pieza sigue sin encajar.
¿Por qué? Porque Marco Emilio Hincapié suena más para una lista liberal, donde su padre —el director de Coljuegos— sería el eslabón que podría inhabilitar su aspiración, a menos que renuncie a tiempo. Ese movimiento, todavía en veremos, podría romper la ilusión de una lista unificada de centroizquierda.
(Ver: Marco Emilio Hincapié Jr renuncia a su alto cargo en el Gobierno Petro para aspirar a la Cámara)
Con todo esto, la hoja de ruta de Marta Alfonso está marcada. Se queda en el Partido Verde, entra a la pelea en el Senado y deja abierta la puerta para una coalición en Cámara que evite el descalabro de su fuerza política en el Tolima. Pero el camino está lleno de tigres con dientes afilados y listas preferentes que no perdonan errores.
Mientras tanto, su declaración, corta pero contundente, ya reacomodó fichas y encendió los radares en el tablero político. Marta Alfonso, la profe que enseña desde la Comisión Séptima, ahora quiere jugar en las grandes ligas del Capitolio. El salón de clase quedó atrás. Bienvenida a la jungla.