Renuncia en la USI: Sandra Milena Jaramillo da un paso al costado y aterriza en el sector privado

Apenas dos meses después de asumir la gerencia de la USI, Sandra Milena Jaramillo deja el cargo para liderar la Clínica Keralty. ¿Una simple oportunidad laboral o una salida forzada?
Redacción
18 marzo

Un movimiento inesperado sacude el tablero del sector salud en Ibagué. Sandra Milena Jaramillo presentó su renuncia a la gerencia de la Unidad de Salud de Ibagué (USI), tras apenas dos meses en el cargo.

La ahora exfuncionaria cambia de rumbo y se alista para asumir la dirección de la Clínica Keralty, en lo que parece un ascenso estratégico hacia el sector privado.

Jaramillo, quien llegó a la USI de la mano de la alcaldesa Johana Aranda el pasado 2 de enero, deja el barco asegurando haber cumplido con una gestión de impacto en el corto tiempo que estuvo al frente.

"Finalizo mi gestión en esta administración muy agradecida con la Dra. Johana Aranda por su confianza y apoyo. Durante estos dos meses logramos poner en marcha la atención con equipos básicos en el municipio y avanzar en mejoras de infraestructura en varias sedes", declaró al oficializar su salida.

Sin embargo, la rapidez con la que se produjo este cambio no deja de levantar preguntas. ¿Responde esta renuncia a una simple oportunidad laboral o hay factores internos que precipitaron su salida? Oficialmente, Jaramillo argumenta que su decisión obedece a una oferta profesional, pero en los pasillos del sector salud se murmura que la inestabilidad administrativa y la presión por resultados podrían haber influido en su determinación.

Durante su efímero paso por la USI, Jaramillo promovió la modernización de la Unidad Intermedia de El Salado y la construcción del Centro de Salud del Topacio, además de la gestión para la llegada de nuevos equipos básicos financiados por el Ministerio de Salud. Aunque su gestión deja avances tangibles, su pronta salida también abre interrogantes sobre la continuidad de estos proyectos y el impacto que tendrá en la ya frágil estabilidad de la red pública de salud en Ibagué.

En su despedida, Jaramillo dejó claro que su compromiso con la salud sigue intacto, pero ahora desde otra orilla. "Esta es una oportunidad para seguir aportando a la salud desde otro espacio, pero siempre con el mismo compromiso con la comunidad", concluyó.

La administración Aranda ahora enfrenta un nuevo reto: encontrar en tiempo récord a un sucesor o sucesora que garantice la estabilidad de la USI en un momento clave para el sistema de salud local. Mientras tanto, la pregunta queda en el aire: ¿qué tan sólida es la estructura de la USI si en tan solo dos meses su líder decide marcharse?

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