El reciente remezón en el gabinete de la alcaldesa Johana Aranda dejó más preguntas que certezas. Mientras varios alfiles del hurtadismo empacaban maletas —unos por desgaste, otros por cálculo político— la silla de la Secretaría de Gobierno quedó vacía y con un solo destino claro: será para el partido Centro Democrático, el mismo que le entregó el aval principal a la hoy mandataria.
Pero... ¿quién será el elegido para ocupar esa “joya” de poder, la más política y delicada del gabinete? Esa que, bien manejada, puede catapultar un liderazgo o quemarlo para siempre.
Tres nombres ya suenan fuerte, pero no todos con la misma probabilidad. El primero: Milton Restrepo, curtido en esa misma silla, fue secretario de Gobierno durante el mandato de Andrés Hurtado.
Polémico, frontal y quizá uno de los pocos voceros que defiende sin titubeos a la alcaldesa Aranda. Hoy ocupa una posición estratégica en Ibagué Limpia, donde —dicen sus cercanos— se siente cómodo, enfocado y sin la presión del ruido político. Por eso, aunque su nombre esté en el sonajero, pocos creen que quiera saltar al ojo del huracán otra vez.
Luego está Henry Torres, abogado, actual Jefe de la Oficina de Control Único Disciplinario, exaspirante al Concejo, soldado fiel del proyecto Aranda-Hurtado. Tiene respaldo, pero también enemigos internos: algunos líderes del uribismo local no lo quieren, mientras que otros lo están poniendo a sonar.
Otro nombre que entró con fuerza al sonajero es el del abogado Antonio París, reconocido penalista ibaguereño que aspiró al Concejo en 2023 por la lista del Centro Democrático.
Su trayectoria profesional lo ha llevado a representar casos de alto perfil: fue defensor del exalcalde Andrés Hurtado, del exgobernador José Ricardo Orozco, y asumió la defensa en el sonado caso de Santiago Murillo, el joven que habría sido asesinado por un mayor de la Policía durante el estallido social del 2021.
Con respaldo en Bogotá, cercanía con figuras de peso del uribismo y sin vetos ni del hurtadismo ni de Aranda, París aparece como la carta técnica y políticamente viable… aunque, por ahora, no haya dado señales de querer jugar.
Pero hay más. En las últimas horas comenzó a circular un nuevo nombre: Holman Guevara, empresario conocido por su cercanía con el uribismo. ¿Su problema? Cero experiencia en lo público.
Ni una línea en su hoja de vida sobre seguridad, convivencia o manejo de crisis. Pero hay quienes lo ven como el tapado que puede sorprender. “No sabe de gobierno, pero sabe moverse”, dijo un diputado que lo conoce muy bien y pidió omitir su nombre.
Mientras tanto, el discurso de la supuesta fractura entre Aranda y Hurtado empieza a desdibujarse. Los cambios no apuntan a una guerra fría, sino a una reconfiguración política con bisturí: entran nuevos actores, salen viejos aliados, pero la esencia del pacto sigue viva.
La designación del nuevo secretario o secretaria de Gobierno será la prueba de fuego: si se escoge a alguien con ADN uribista y con aceptación hurtadista, el mensaje será claro: aquí no hay crisis, hay estrategia.