La gobernadora ordeña vacas y el barretismo ordeña al pueblo: la demoledora crítica de Hurtado en Roncesvalles

Una foto de la gobernadora ordeñando una vaca desató la furia política: Hurtado no se aguantó y acusó al barretismo de tener a Roncesvalles saqueado y en ruinas. “Aquí no se viene a ‘tetear’ al pueblo”, lanzó sin filtro.
Redacción
25 marzo

Roncesvalles, un municipio ubicado al occidente del Tolima, cumplió 100 años y, aunque la Gobernación llegó con abrazos, fotos y sonrisas forzadas, no todos estaban para aplaudir. El exalcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, apareció como una piedra en el zapato para la celebración liderada por la gobernadora Adriana Matiz, quien fue captada en una escena que —sin saberlo— le daría al ingeniero el titular perfecto para su ofensiva política: “se han dedicado a ordeñar el municipio”.

La imagen de Matiz, sonriente y agachada ordeñando una vaca, dio la vuelta por redes y chats políticos. Y fue ahí donde Hurtado, con el olfato del que sabe pegar donde duele, remató: “Aquí no se viene a ‘tetiar’ a la gente”, dijo frente a un grupo de ganaderos y campesinos visiblemente molestos. “Este es un municipio muy olvidado, muy abandonado; se han dedicado a venir aquí a ordeñarlos, con una vía de acceso que lleva más de 30 años sin inversión”.

Y es que el suroriente del Tolima, rico en leche, carne y trabajo honesto, parece estar condenado al olvido... o peor, al saqueo sistemático. Al menos así lo retratan los mismos líderes que por años acompañaron al barretismo, pero que hoy, sin tapujos, hacen fila para denunciar lo que llaman "la corrupción de siempre".

"Yo traje a Óscar Barreto acá, donde ganó, pero eso se perdió", sentenció Eduardo Cortés, exconcejal de Roncesvalles, quien no tuvo reparos en admitir que ya van 25 años de lo mismo: promesas, fotos, y caminos destruidos. “Yo sé que la pavimentación es imposible, pero al menos que se pueda solucionar con placas huella”, añadió con tono resignado.

A esa crítica se sumó el exalcalde Edwin Guayara, quien dejó claro que el problema no es solo la falta de inversión, sino el secuestro político del municipio: "El alcalde actual no toma decisiones, hay alguien por encima de él que lo hace", en clara alusión al control que mantiene el barretismo desde la sombra.

Mientras tanto, Hurtado caminó el pueblo. Calle a calle, comercio a comercio. Escuchó, saludó y tomó nota. No llegó con promesas ni con shows vacunos. Llegó con una frase que, por ahora, retumba en el panorama político del Tolima: “A Roncesvalles no lo ordeñan más”.

La vaca quedó ordeñada. Pero la paciencia del pueblo, también. Y la gobernadora... bien, gracias.

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