Este jueves 6 de marzo, la Sección Quinta del Consejo de Estado emitirá el fallo definitivo sobre la credencial de Leonardo Maldonado como alcalde de Palocabildo. En primera instancia, su elección fue anulada, lo que ha generado incertidumbre sobre su permanencia en el cargo. La decisión del alto tribunal será crucial para definir el futuro político y administrativo del municipio.
Ante la tensión que ha desatado el inminente fallo, la Administración Municipal ha decidido tomar medidas preventivas para evitar alteraciones del orden público. Mediante el Decreto 018 del 5 de marzo de 2025, se impuso una ley seca que regirá desde las 8:00 a.m. del jueves hasta las 6:00 a.m. del viernes 7 de marzo. Además, los establecimientos comerciales solo podrán operar entre las 8:00 a.m. y las 10:00 p.m., y la alcaldía reducirá su horario de atención al público hasta el mediodía.
Estas medidas buscan garantizar la seguridad y prevenir desórdenes en un municipio que, en las elecciones de octubre de 2023, ya vivió un clima de alta tensión política.
Mientras tanto, en Carmen de Apicalá, Luis Ángel Gutiérrez se consume en la incertidumbre. Su caso sigue en espera, sin una resolución clara a la vista, mientras que en Ibagué, la alcaldesa Johana Aranda respira con alivio tras una primera instancia favorable, pero en política y en derecho, nada está escrito hasta el último fallo.
El plato fuerte del día, sin embargo, tenía nombre propio: Juan Guillermo Beltrán. Se esperaba un fallo definitivo en su caso, pero un giro inesperado congeló la decisión. El magistrado Omar Joaquín Barreto Suárez presentó un impedimento por su cercanía con el exmagistrado Alberto Yepes Barreiro, quien, casualmente, fue contratado por Beltrán para enfrentar la segunda instancia. Este detalle, que algunos califican de mera formalidad, ha puesto en pausa el veredicto y abre la posibilidad de que se designe un conjuez para dirimir el asunto.
La pregunta que muchos se hacen es si esta jugada le dará un respiro a Beltrán o si, por el contrario, prolongará su agonía política. Desde ya, las apuestas están sobre la mesa y las especulaciones no se han hecho esperar. Fuentes cercanas al proceso sugieren que, de no mediar sorpresas, el dirigente podría conservar su curul. Pero, como bien sabemos, en el juego judicial, un solo movimiento puede cambiarlo todo.
Por ahora, la justicia sigue marcando el ritmo de la política regional, y los protagonistas de estas historias deberán seguir esperando, con uñas cada vez más cortas y nervios cada vez más tensos. El reloj sigue corriendo, pero el veredicto aún no está escrito.