El Partido Liberal en Tolima: ¿Unidad o fractura inminente?

Entre reuniones secretas y rumores de discordia: la historia detrás de la finca de Jaramillo
Redacción
5 marzo

La política regional nunca deja de sorprender. En el Tolima, el Partido Liberal enfrenta una encrucijada que podría definir su futuro electoral. Entre reuniones discretas, versiones cruzadas y una supuesta tensión entre sus principales líderes, el telón de fondo de la unidad partidista se ve amenazado por el fantasma de la división. ¿Qué pasó realmente en la finca de Mauricio Jaramillo? ¿Es cierto que hay una estrategia interna para enfrentar a Olga Beatriz González y resquebrajar la colectividad roja? Aquí le contamos los detalles.

El pasado viernes, en la finca del exsenador Mauricio Jaramillo, ubicada en el sector de Picaleña y colindante con el aeropuerto Perales, se llevó a cabo una reunión clave del Partido Liberal. La cumbre tenía un objetivo claro: definir el aval para una eventual elección atípica en la alcaldía de Melgar. Hasta ahí, todo parecía un trámite normal dentro de la política local. Sin embargo, lo que realmente marcó el encuentro no fue la decisión en torno al aval, sino el ambiente de tensión que algunos aseguran que se vivió entre Jaramillo y la representante a la Cámara Olga Beatriz González.

Aunque fuentes cercanas a ambos líderes aseguran que la relación entre ellos sigue intacta, versiones filtradas desde el interior de la reunión sugieren lo contrario. Se habló de reclamos, de reproches y de una supuesta falta de respaldo de Jaramillo hacia González, quien ha sido blanco de ataques de sectores liberales.

El detonante de la controversia fue la posibilidad de que el aval para la elección en Melgar recayera sobre el exalcalde Gentil Gómez Olivero, opción que al final se desvaneció en medio del debate interno. En la mesa estuvieron miembros del directorio liberal de Melgar y del directorio departamental, sumando un total de 11 asistentes, según se confirmó posteriormente.

Fuentes cercanas aseguran que en medio del encuentro, Olga Beatriz González reclamó a Jaramillo que hiciera valer su liderazgo y respaldara su posición en el partido. No obstante, ella misma ha desmentido que haya existido una pelea abierta entre ambos. "Las relaciones están intactas", aseguró la congresista, a la vez que reafirmó su compromiso con la unidad del partido.

Pero el asunto no termina ahí. La filtración de esta supuesta pelea ha despertado sospechas sobre la existencia de actores dentro del liberalismo tolimense interesados en fracturar la relación entre Jaramillo y González. ¿Quién está detrás de estos rumores? ¿Quién se beneficia de una división interna en el liberalismo regional?

El hermetismo sobre lo ocurrido en la finca de Jaramillo y la insistencia en que no hubo enfrentamiento directo entre los dos líderes dejan abierta la posibilidad de que la verdadera batalla se esté librando fuera de los reflectores, en una lucha silenciosa por el control del partido en la región.

A medida que se acercan las elecciones legislativas del próximo año, la unidad del liberalismo en el Tolima será puesta a prueba. Por ahora, la versión oficial es que no hay fracturas, pero la política, como bien sabemos, tiene su propio ritmo y sus propios códigos. Lo que hoy parece calma, mañana podría convertirse en tormenta.

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